Cada vez más gente se plantea la compra de un coche de segunda mano, ya que se pueden lograr notables ahorros en unidades seminuevas o usadas, siempre y cuando estén en buen estado y sin sorpresas desagradables con respecto a un vehículo nuevo, de hecho, en 2022 se vendieron 1,7 unidades usadas por cada coche nuevo en España.
Al ser una actividad con gran movimiento y que mueve grandes sumas de dinero, resulta más fácil toparse con algún sinvergüenza. Vamos a explicarte los timos más habituales para que compres con seguridad y no seas víctima de una estafa.
Resulta muy tentador ser seducido por un anuncio con un vehículo en aparente buen estado, con pocos kilómetros y a un precio atractivo, pero como casi todo en la vida, sospecha de quien ofrece duros a cuatro pesetas.
TIMO 1. Cuentakilómetros manipulado
El kilometraje es, además de la edad, el principal indicador del valor de un vehículo, ya que cuanto más alto sea, más desgaste acumula y mayor es la probabilidad de una avería. Por lo tanto, rebajando ese marcador se puede pedir más dinero por el vehículo.
Pero, ¿cómo detectar una alteración en el cuentakilómetros? Pues deberíamos fijarnos en primer lugar en el desgaste de pedales, volante, palanca de cambio o botonería, desde luego, no debería ser muy acusado para cifras inferiores a los 100.000 km. Pide siempre documentación sobre mantenimiento e ITV pasadas y si no te la pueden proporcionar, desconfía. De igual forma, puedes proponer al vendedor realizar una revisión exhaustiva por parte de profesionales -tendrás que pagarla tú- que acredite el estado del vehículo. Al igual que con la documentación, si se niega, mala señal.
En los tableros digitales actuales puede ser más fácil descubrir el engaño, ya que en ocasiones puede usarse una máquina de diagnosis para obtener el kilometraje registrado en la centralita.
TIMO 2. El vendedor no es propietario del vehículo
Seguramente pueda parecer extraño, pero, sin embargo, es algo que ocurre con más frecuencia de la que pueda parecer. Recuerda, que alguien tenga las llaves de un coche no quiere decir que sea suyo.
Entran en este grupo los coches que puedan haber sido robados o sustraídos, pueden ser vehículos de renting, embargados, financiados, o incluso situaciones «curiosas» entre familiares del propietario.
La compra de coches con cargas administrativas (renting, embargos, etc.) no suponen una infracción para el comprador, ya que se considera adquiriente de buena fe, pero si no se ha satisfecho la deuda tendrás que hacerte cargo de ella. Imagina la gracia que te hará si le pagas el importe total de un coche a alguien que solo tiene el 20% de su propiedad.
Como máxima: Sospecha de cualquier vendedor que te meta prisa. Puede suceder que encuentres un coche nuevo, con pocos kilómetros, que acabe de ser financiado por alguien sin solvencia. Date cuenta de que, si compras ese coche, su deuda pasará a ser tu problema.
Por ello, huye de cualquier vehículo que tenga cargas administrativas o pide al propietario que se encargue de levantar las cargas antes de hacerle el pago.
Y por supuesto, no pagues el coche a nadie que no sea el titular.
TIMO 3. El vehículo no existe
¿Este timo? Común no, lo siguiente.
Nada más sencillo, poner anuncios con fotos de coches de otras personas que han sacado de Internet.
Por supuesto, y para que más gente pique el anzuelo, el precio suele ser muy atractivo. En ocasiones, suelen tener una historia bonita a su alrededor para aportar confianza y credibilidad, como que es un coche que ya no puede usar el antiguo dueño por haberse ido fuera a vivir, ser un extranjero que ha retornado a su país, ser una herencia, etc.
Dato importante: Todos estos vendedores tienen una cosa en común y es que no están cerca del coche.
Una de las más frecuentes es la del vendedor que se ha tenido que ir al extranjero por trabajo y que finalmente se va a quedar definitivamente allí por lo que quiere vender el coche.
Como norma general, en operaciones entre particulares -también con algunos profesionales- no te fíes de vehículos que no hayas visto en persona, ni adelantes dinero en concepto de señal. Estos vendedores suelen tener mucha labia, pero no te dejes engañar, al fin y al cabo, ¿le enviarías dinero a una persona que acabas de conocer por Internet, aunque parezca simpática por email o teléfono?.
TIMO 4. Falsos transportistas
Gracias a la libertad de circulación de personas y mercancías en la UE también hay terreno abonado para las estafas. Debemos ser especialmente cautos al importar vehículos desde Alemania o países de Europa del este.
Para que todo parezca legal, en ocasiones llegan a crear una página web de una supuesta empresa de transportes que teóricamente funciona de manera similar a como lo haría Paypal: Si cuando llega el coche algo no está bien, te devuelven el dinero. En este caso, te informan de que han entregado el coche a la empresa de transporte y te piden que hagas un pago al transportista para que te lo envíen.
Empieza, por tanto, comprobando si la empresa de transporte es real, si lo es, no te costará trabajo encontrar información sobre ella ni referencias sobre su autenticidad y legalidad, pero incluso en este caso, no es recomendable adelantar dinero.
Antes de transportar el coche, y siempre que sea posible, es recomendable ir a ver el vehículo in situ y probarlo. Es mejor planificar un viaje exclusivamente para eso y si es una operación legítima, ya te lo llevarás después. Si al llegar allí el vendedor no aparece, al menos habrás perdido solo los gastos de desplazamiento.
TIMO 5. Importadores con problemas (o problemáticos)
Tan sencillo, como habitual. El vendedor copia un anuncio de otro coche que está puesto a la venta y nos intenta hacer creer que él es quien tiene el coche.
Cuando nos interesamos por el coche nos dice que lo tiene en una compraventa asociada en otro país y que si le pagamos una señal va a buscarlo y nos lo trae para cerrar la venta definitivamente. Suerte tendremos si nos vuelve a coger el teléfono una vez más.
Algo que también es práctica habitual que no implica un timo en sí mismo, pero desde luego lo roza, es que un importador nos ofrezca un coche sin que en el precio se incluyan ni los impuestos ni el transporte, y considerando dichos gastos prácticamente no habrá diferencia neta a nuestro favor respecto a comprar el coche en España.
