Los vehículos eléctricos han marcado un importante progreso en la búsqueda de una movilidad más limpia y sostenible. A pesar de sus numerosas ventajas en estos aspectos, es innegable que enfrentan ciertos desafíos durante las temporadas más frías, una problemática que no afecta a los motores de combustión convencionales. En efecto, en condiciones de temperaturas muy bajas, la capacidad de la batería se ve notablemente reducida, con todas las implicaciones que esto conlleva.
Es esencial resaltar que los fabricantes de automóviles reconocen abiertamente la existencia de problemas relacionados con el rendimiento de los vehículos eléctricos, un hecho confirmado por diversos ensayos realizados en Noruega, específicamente por el club automovilístico NAF. Los estudios revelan, entre otros aspectos, una notable disminución del alcance de los vehículos eléctricos en condiciones invernales, con pérdidas que pueden variar entre el 15% y el 25%.
Con el fin de abordar este problema, empresas como Geotab, especializadas en soluciones de transporte conectado, han dedicado esfuerzos a encontrar soluciones. Han recopilado valiosas recomendaciones para los usuarios de vehículos eléctricos, algunas de las cuales se destacan a continuación:
- Preacondicionamiento del habitáculo: En lugar de encender la calefacción al ingresar a un vehículo en un día frío, se recomienda que los conductores de vehículos eléctricos opten por el preacondicionamiento del habitáculo mientras el vehículo está conectado. Programar este proceso permite disfrutar de un viaje confortable en términos de temperatura interior, evitando que el frío afecte la autonomía del vehículo.
- Utilización de sistemas específicos: Después de desconectar el vehículo, la batería se encarga de suministrar energía para la propulsión y otros sistemas, como la climatización. Para mantener condiciones de temperatura adecuadas durante el trayecto, se sugiere calentar el habitáculo mediante métodos tradicionales como la calefacción de asientos o el volante calefactable.
- Uso del programa ‘Eco’: Los vehículos eléctricos suelen contar con programas de conducción eficientes que buscan reducir el consumo y aumentar la autonomía. En invierno, seleccionar el modo ‘Eco’ resulta útil al reducir el suministro de energía al motor eléctrico y a ciertos sistemas del vehículo, como la climatización. Además, mejora la suavidad y progresividad en la aceleración, reduciendo el riesgo de deslizamientos en condiciones de baja adherencia.
- Conducción tranquila y prudente: La forma de conducción influye significativamente en el consumo de cualquier vehículo, y en el caso de los coches eléctricos, se aconseja evitar aceleraciones y frenadas bruscas, así como circular a velocidades moderadas, especialmente en invierno por razones de seguridad.
- Presión de los neumáticos: Aunque poco común, verificar la presión de los neumáticos es un consejo valioso. Las bajas temperaturas suelen disminuir la presión de los neumáticos, aumentando la resistencia a la rodadura y reduciendo la autonomía general. Aunque la pérdida de presión puede ser mínima, cada kilómetro cuenta, especialmente en áreas con infraestructura de recarga limitada.
A pesar de que el invierno puede presentar desafíos para la autonomía de los coches eléctricos, seguir estos consejos puede atenuar sus efectos y garantizar una experiencia de conducción más eficiente y cómoda. En casos de temperaturas extremadamente bajas, puede ser prudente reconsiderar la idea de conducir un coche eléctrico.
